Así trabaja la policía con delitos muy frecuentes
Los delitos muy frecuentes son aquellos que se cometen a menudo y afectan a muchas personas, por ejemplo el hurto, el robo con allanamiento de morada y la estafa. Aquí se le informa cómo trabaja la Policía con este tipo de delitos.
Para que la Policía pueda esclarecer los delitos de alta frecuencia, los testimonios y las pruebas son importantes, por ejemplo, las imágenes de las cámaras de vigilancia, las huellas digitales y los rastros de ADN. También es importante que la víctima y los testigos sean interrogados lo más pronto posible, antes de que las imágenes mentales desaparezcan.
El maltrato que no es agravado es también un delito muy frecuente. La Policía trabaja de varias formas para prevenir los crímenes violentos, por ejemplo, procurando que los jóvenes no tengan acceso al alcohol y colaborando con los bares, los guardias de seguridad y los servicios sociales municipales.
Otro delito muy frecuente es el robo de carteras. Los carteristas suelen estar en lugares muy concurridos, por ejemplo, los restaurantes y el transporte público. La Policía enfoca su trabajo en lugares con una alta recurrencia de robos, por ejemplo, a través de la observación y la vigilancia.